Conferencia de Naciones Unidas sobre asentamientos humanos. Hahn, E. (1994), "La reestructuración urbana ecológica", en Estudios Territoriales-Ciudad y Territorio N° 100-101, pp. El núcleo del Sol es la parte más caliente de todas pues su temperatura supera los 15.7 millones de grados centígrados. AsÃ, el extremo individualismo desarrollado en la metrópoli, vinculado a la mercantilización, "también puede propiciar el desarrollo de una conciencia ampliada capaz de configurar nuevos espacios propicios al ejercicio de las virtudes cÃvicas...., cuando el yo actúa, en nombre propio y asumiendo la responsabilidad de sus actos, adentrándose en lo universal y relegando su egoÃsmo" (Barry, 1999: 145). ¿En qué consiste el movimiento de traslación? En tercer lugar, la extrema mercantilización de la ciudad en un contexto de insaciable neoliberalismo nos ha llevado a lo que se ha denominado como una "segunda generación" de privatizaciones que se corresponde con lo que David Harvey ha identificado como "Acumulación por desposesión" (Harvey, 2004) como actualización y continuación de la "Acumulación originaria de capital" consistente, tanto en el acoso y derribo a la propiedad pública, como de la propiedad comunitaria. Movimiento de traslación. De este modo, las necesidades de subsistencia, de protección, de afecto, de entendimiento, de creatividad, de recreo, de identidad y de libertad no podrÃan optimizarse sin la participación de los sujetos en la gestión de la ciudad y ésta es entonces, posiblemente, el satisfactor más complejo y efectivo de las necesidades humanas, porque la ciudad produce relación, comunicación, conocimiento, pensamiento e innovación. El movimiento de traslación lo origina la Tierra sobre su propia órbita elíptica alrededor del Sol, al mismo tiempo que el movimiento de rotación. Cualquiera tiene derecho en su barrio a tener empleo, equipamientos, entidades sociales, espacios públicos, elementos monumentales, elementos de centralidad, de singularidad, etc. La ciudad a escala humana significa recrear la máxima complejidad accesible, es decir, lo suficientemente grande para el anonimato y la variedad de relaciones, pero a la vez lo suficientemente pequeña como para mantener una red social densa (en el espacio), intensa (significativa) y continua (perdurable y sostenible en el tiempo), en contraposición al efecto metropolitano donde se produce lo contrario, o se tiene exceso de estÃmulos relaciónales en un territorio extenso que hace que los vÃnculos sean más débiles y las relaciones más esporádicas y efÃmeras o, por el contrario, se sufre el aislamiento y la soledad. Precisamente la conciencia del yo individual que se adquiere en la ciudad se produce a través de la alteridad u otredad, nuestra conciencia de sà "se nutre de lo que le altera" (Delgado, 1999: 15). Los movimientos de la Luna se rigen por las leyes de Cassini, enunciadas en 1693 por Giovanni Cassini (1625-1712): La Luna tiene rotación síncrona con la Tierra, ya que tiene igual período de rotación y traslación, de esta forma siempre muestra la misma cara a los observadores terrestres. Lo que varÃa de una época a otra y de una cultura a otra, son los procedimientos e instrumentos a través de los cuales se satisfacen esas necesidades, es decir, lo que estos autores denominan satisfactores. La participación para ser genuina, para ser una necesidad que se satisface adecuadamente debe tener, ser, hacer y relacionar en un proceso (que no en un momento) recurrente e inagotable capaz de: transformar (cambiar para mejorar las condiciones de existencia), reflexionar (pensando en los efectos e impactos a largo plazo), implicar (al mayor número de colectivos y sujetos, especialmente a los más desfavorecidos), articular (poner en relación reciproca los distintos actores, colectivos y territorios), construir (crear conjuntamente), conocer (la realidad, los recursos y sus potencialidades), aprender (educar en el diálogo, el consenso y la solidaridad), comunicar y comunicarse (con los iguales y con los diferentes), habilitar (cualquier sujeto puede acceder a las habilidades polÃticas), gratificar (generando sentimiento de satisfacción y de utilidad) y exigir (los procesos de participación como derecho). Núcleo. 79-93. Movimientos de rotación y traslación de la tierra Consecuencias de los movimientos de traslación y rotación. Cuando el movimiento de traslación de la Tierra interactúa con el movimiento de rotación, se producen fenómenos como la sucesión de las estaciones del año, y la duración del día y de la noche. La pérdida de variedad en su dominio y en su uso le debilita también como espacio polÃtico, ya que la polÃtica no puede ser bajo el miedo, no puede ser sin el encuentro, sin el diálogo, sin la comunicación. La Tierra gira de oeste a este. El mecanismo es el encargado de permitir dicha transmisión. Cabe preguntarse sobre la ética que le corresponde a la economÃa pública sustentada por el conjunto de la sociedad. Si los polÃticos locales y las polÃticas locales son capaces de establecer estrategias de democracia participativa encaminadas a habilitar a los ciudadanos para que participen en la decisión de las polÃticas públicas urbanas (y en la gestión del espacio urbano) estaremos frente un primer nivel de participación ciudadana. La disposición de los espacios públicos, arracimados unos a otros, con sendas que les hacen accesibles, es lo que hace posible la vertebración de un Barrio-ciudad, es lo que hace posible la ciudad misma, como entidad y con identidad propia. En el mundo local se encuentran organizaciones de orden gubernamental (gobiernos locales) y de orden societario (organizaciones y movimientos sociales). La gran superficie comercial, como espacio privado, se basa en el derecho de (no) admisión y no todos pueden acceder, el nivel de rentas es ya de por sà un sesgo significativo, pero en todo caso nadie puede sentirse parte de ese espacio, ni participar del mismo, ni disfrutar de la improvisación del encuentro con el conocido. La ciudad como el lugar para las estrategias de participación*, Public space and political space. ablandar las piedras. Coraggio, J. L. (1999), "La economÃa popular es más que la suma de microproyectos (alternativas para el desarrollo humano globalizado)" en PolÃtica y Sociedad N° 31, Universidad Complutense de Madrid, pp. A medida que se produce el crecimiento del espacio urbano y con ello su funcionalidad, el seccionamiento espacial cobrará mayor importancia, pudiéndose caracterizar básicamente tres categorÃas espaciales segregadas: El espacio de la producción (del trabajo-empleo-asalariado), el espacio de la reproducción (doméstico) y el espacio de la distribución (gestión y consumo). Auge, M. (1993), Los no lugares: espacios del anonimato. (1991), El regreso del sujeto. Puedes revisar el diagnóstico nanda " 00146 Ansiedad " completo: Características definitorias, Factores relacionados, Población de riesgo El espacio público es más público y más colectivo si motiva la participación y menos si inhibe de la misma. Por el movimiento de traslación la Tierra se mueve alrededor del Sol, impulsada por la gravitación, en 365 días, 5 horas y 57 minutos, equivalente a 365,2422 días, que es la duración del año. Estos son muy variados pudiendo distinguir entre innovaciones de base asociativa (cuando los procedimientos sólo posibilita el acceso a los ciudadanos organizados), de base personal (cuando los procesos participativos permiten el acceso a los ciudadanos), de base mixta (cuando los procedimientos incluyen de forma simultánea y compatible las dos anteriores) (Font, Goma, 2001). Quizá la más relevante en este sentido es la necesidad de participación ya que ésta interviene directa y transversalmente, optimizando el acceso a la satisfacción de las demás necesidades, es la más radical. 91-96. Por otro lado, también, la ciudad es el espacio del conflicto, la ciudad deja riendas sueltas a las paradojas, donde se produce el encuentro de las diferencias y de las divergencias, de los intereses contrapuestos, que se tocan, que se mezclan, que confrontan, que se complementan, y asà se modifican mutuamente. La existencia de grandes distancias y la creación de barreras infraestructurales suponen una pérdida en la calidad en la accesibilidad a determinadas funciones urbanas especializadas según que tipo de sectores sociales). Esta regulación se hace por el Estado, por la administración local (por ordenanzas municipales, por ejemplo), pero más particularmente ¿por quién está regulado el espacio público? Tampoco se debe cargar ni descargar manualmente un autoelevador mientras se encuentre realizando movimientos, ni transportar cargas suspendidas y oscilantes o personas. ConsejerÃa de Cultura de la Junta de AndalucÃa, Sevilla. El Sol realiza un movimiento de traslación alrededor del centro de la galaxia (la Vía Láctea) mediante una órbita circular. Teocracia en el budismo. Naredo Molero, M. (1998), "Seguridad y ciudadanÃa: necesidad de un "pacto de convivencia", [En lÃnea] BoletÃn CF+S, N° 8, Html» http://habitat.aq.upm.es/boletin/n8/amnar. Es incuestionable que nuestro modelo metropolitano, que nuestro modo de vida precisa de una reorientación que se hace cada vez más urgente. La literatura del siglo XX comprende las obras, los movimientos literarios y los autores del siglo XX.Es un siglo marcado por conflictos bélicos que sacudieron la conciencia de los escritores, la influencia de la tecnología (especialmente las artes audiovisuales como el cine y los medios de comunicación, incluso la radio, televisión, e Internet), la ruptura de los límites … Todas ellas las podrÃamos considerar como derechos humanos, y cada una de ellas, sà es satisfecha a través de satisfactores sinérgicos, contribuye transversalmente a la adecuada satisfacción de las demás. Precisamente, la democracia participativa, que es autonomÃa crÃtica, se basa en la participación como un conjunto de procedimientos y procesos relaciónales donde los agentes entran en relación simétrica y reciproca, de comunicación, de cooperación y de corresponsabilidad. (ed.) Martinotti, G. (1990), "La población en la nueva morfologÃa social metropolitana. Elementos de GeografÃa Aplicada, Instituto de Estudios de Administración Local, Madrid. Held, D. (1997), La democracia y el orden global. Una sociedad que se construye sobre comunidades cerradas, que genera barreras y terrenos de nadie es propensa, en consecuencia, al descuido urbano y a la violencia urbana. En primer lugar, la interculturalidad alcanzada en un mundo globalizado instituye nuevos vÃnculos entre el sujeto personalizado y lo universal, haciendo de éste un ciudadano a la vez local y universal que adquiere una nueva ética. =)Recuerda que hay mucha más EDUTECA en el blog, en Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest y Google+.BLOG: http://laeduteca.blogspot.comFB: http://www.facebook.com/laedutecaTwitter: http://www.twitter.com/laedutecaInstagram: http://www.instagram.com/laedutecaPinterest: http://www.pinterest.com/laeduteca---CRÉDITOS---EDICIÓN Y DIRECCIÓN: Óscar AlonsoIMÁGENES Y FOTOGRAFÍAS: Banco de imágenes del MECMÚSICA: Droops of H20 de DJLang / All good in the good (Audionatix.com)AÑO 2013 La investigación social de segundo orden, Amerinda Estudios, Santiago de Chile. En este sentido, considerando la existencia de una economÃa de la diversidad: economÃa pública, economÃa de mercado, economÃa popular y una economÃa social (Coraggio, 1999), el desequilibrio vendrÃa establecido por la dominancia de la economÃa de mercado cada vez más frecuentemente promovida y apoyada desde la economÃa pública, por ejemplo, a través de las privatizaciones. Considerando que las necesidades son universales e identificables, se muestra cómo la ciudad es el lugar donde mejor se han satisfecho éstas, y cómo una de ellas, la participación, obtiene un especial significado dado su carácter sinérgico y transversal. 4 A este respecto existe una amplia literatura basada en investigaciones empÃricas desarrolladas desde la Escuela de Chicago y más recientemente desde la SociologÃa y la AntropologÃa Urbana que muestran la segregación del espacio según la condición social diferenciada. AsÃ, un espacio público plenamente colectivo, al servicio de la ciudadanÃa democrática, genera sentimiento de pertenencia al hacer de éste un sÃmbolo de la ciudadanÃa, y acoge según momentos y caracterÃsticas del mismo, la manifestación cultural, la manifestación polÃtica, la fiesta y el juego, la música y el teatro, el arte y el intercambio de la economÃa popular (el mercadillo, el rastrillo, el músico y el actor callejero...), el uso de diferentes colectivos (culturales, de género, de edad), espontáneos o planificados, en definitiva, el uso pleno del espacio público no puede ser sin un fuerte carácter polivalente y una complejidad accesible, donde el uso puede ser más o menos planificado, o más o menos espontáneo, según sea apropiado por redes sociales o por grupos más organizados como las asociaciones. Sobre la separación de funciones relacionadas con el genero, una de las perspectivas de estudio de mayor interés en la actualidad, cabe referenciar la constatación de como la zonificación implica también una división del espacio según el género (TOBÃO, 1996). Su dispersión, y su aún escasa articulación hace poco visualizable su desarrollo, pero los sÃntomas aparecen a una velocidad vertiginosa en múltiples formas asociativas, en nuevos movimientos sociales, en nuevas formas de gobernar, en experiencias innovadoras participativas, en buenas prácticas urbanas... Esta amalgama compleja de factores la podemos desarrollar en sus dimensiones culturales, sociales, polÃticas, de naturaleza económica y de carácter fÃsico-ambiental, las cuales también las podemos considerar como condiciones necesarias para reconstruir el espacio público como espacio polÃtico. Marte es el cuarto planeta en orden de distancia al Sol y el segundo más pequeño del sistema solar, después de Mercurio.Recibió su nombre en homenaje al dios de la guerra de la mitología romana (Ares en la mitología griega), y también es conocido como «el planeta rojo» [3] [4] debido a la apariencia rojiza [5] que le confiere el óxido de hierro predominante en su superficie. Buraglia, P. G. El barrio, desde una perspectiva socio-espacial. Primer documento de trabajo. ), la conversión del suelo y la vivienda en recurso especulativo, la mercantilización de recursos ambientales, la privatización de espacios públicos, la creación de seudo espacios públicos simulados, la mercantilización de las relaciones sociales de orden primario (cuidado de los hijos, de las personas dependientes), etc., todo ello ha proporcionado una "gestión mercantilista que acaba llevando la diferenciación de los usuarios por su capacidad de pago..." (Saravia et al., 2002: 33). La deconstrucción de la ciudad y del espacio público. Una de las constataciones que podemos reseñar es que estas grandes ciudades son espacios crecientemente problematizados, en ellas se concentra cada vez más la pobreza y la población excluida, y se evidencia la desigualdad social como nunca antes, son el origen de la insostenibilidad ambiental y del cambio climático, en ellas se constatan la mayor tasa de suicidios y enfermedades mentales, en ellas la soledad y la anomia atormenta a millones de personas, y también en ellas los sÃntomas de violencia urbana son crecientes, aún asà nos sigue fascinando la ciudad en el contexto de una sociedad de consumo de masas. Parámetros climáticos. - Las estaciones. 1. loc. Dicho de otro modo, las necesidades humanas se satisfacen en la ciudad merced a la interactividad que en ella se ocasiona entre sus heterogéneos componentes, y esto nos ayuda también a entender como las necesidades conforman un sistema complejo de tal suerte que la satisfacción de cada una de ellas depende de la satisfacción adecuada de las demás. El Movimiento Estudiantil del 68 tomó lugar un 26 de julio en la Ciudad de México. Conflicto y convivencia son las dos caras de la misma moneda. El espacio público es, en definitiva, un ámbito privilegiado que ofrece oportunidades inestimables para estimular la participación ciudadana, lo que ayuda a prevenir y oponerse a las dinámicas excluyentes de la desmesurada mercantilización de las metrópolis posindustriales. Referencias «Movimientos de la Tierra» en Meteorología en Red. La radiación solar genera diferencias de temperatura en la atmósfera, ... El desplazamiento de semillas y la erosión son otras consecuencias del accionar de los vientos. No obstante, el desbordamiento de la ciudad con el desarrollo del capitalismo la ha desmembrado, zonificando sus funciones y segregando a los diferentes grupos sociales, perdiéndose el espacio público como espacio polÃtico. Palabras clave: necesidades humanas, derechos de ciudadanÃa, participación ciudadana, conflicto, segregación, nueva ciudadanÃa. (1979), Principios de urbanismo, Ariel, Barcelona. Habitat II, Primer documento de trabajo, Agenda Habitat España, Estambul, MOPTMA, Madrid. La participación, en consecuencia, es el nexo que asocia lo público (diversidad de actores) y lo polÃtico (estrategia de puesta en común entre los actores), y ello tiene su plasmación en el territorio, ya que la organización del mismo y la ordenación de las relaciones que soporta son inherentemente polÃticas. Enfatizando este último aspecto nos lleva a la consideración de que el espacio público es siempre un espacio colectivo donde se encuentran los diferentes, los actores diversos, las partes que comparten el espacio y que al hacerlo lo elevan a la categorÃa de público y colectivo, es decir, los diferentes toman conciencia de la diferencia porque son susceptibles de encontrarse, interactuar y finalmente interaccionar, por ello el compartir el espacio creativamente significa estar en un lugar, ser parte, sentirse parte, tomar o tener parte y hacer lugar. El poder transitar remite a la libertad de movimiento, el poder estar remite a la apropiación del espacio y el poder hacer remite a la participación en el espacio público. Llegados a este punto cabe preguntarse si la ciudad de la que venimos dando cuenta se corresponde con la ciudad que hoy experimentamos: el modelo metropolitano; y habrÃa que preguntarse ¿son realmente ciudades, éstas grandes aglomeraciones urbanas? La ciudad deja de ser accesible y solo podrán abarcarla, transitarla y vivirla en su totalidad los que tienen recursos privados de movimiento. Asà en un primer estadio de su desarrollo la ciudadanÃa estaba vinculada a la ciudad. Algunos ejemplos donde aparece el término: «No entiendo el mecanismo … Key words: human needs, rights of citizenship, civic participation, conflict, segregation, new citizenship. [33] En este modelo, parte de la masa de este cuerpo podría haberse fusionado con la Tierra, mientras otra parte habría sido … Para una persona que hace poca actividad, y por tanto con un corazón y unos pulmones poco adaptados para hacer esfuerzos, cualquier actividad extraordinaria como: subir un tramo de escaleras, transportar un objeto pesado, jugar a la pelota, etc., le producirán un grado de … Tal como hemos expresado en otro trabajo (Alguacil, 2007: 40) emerge una nueva cosmologÃa mundialista, una nueva conciencia, un nuevo sujeto protagónico, es el regreso del sujeto que dirÃa Jesús Ibáñez (1991), que se rearma en la ética a través de renovados valores morales frente al pensamiento técnico, cientÃfico, mercantilizado. son todos ellos instrumentos que se han ido incorporando en muchas ciudades en los últimos años permitiendo deliberar y decidir a los ciudadanos sobre los asuntos públicos y la gestión de la ciudad. Los satisfactores pueden ser de muy distinta naturaleza: desde satisfactores destructores o violadores (que al ser aplicados con la intención de satisfacer una determinada necesidad, terminan afectando negativamente en la satisfacción de esa u otras necesidades para nosotros mismos o para otros sujetos) hasta satisfactores sinérgicos (donde el procedimiento por el que se satisface una determinada necesidad estimula y contribuye a la satisfacción de otras necesidades para uno mismo y para otros sujetos en el presente y en el futuro). (2003), La ciudad conquistada, Alianza Editorial, Madrid. Schoonbrodt, R. (1994), "La ciudad es la organización fÃsica de la coexistencia" en Estudios Territoriales-Ciudad y Territorio N° 100-101, pp. Simultáneamente, el modelo urbano moderno apuesta por la zonificación de las funciones urbanas separando espacios de residencia, de trabajo, de consumo,... y segregando también los crecientes atributos de desigualdad. Para el desarrollo de esta perspectiva relacional de la administración proponemos considerar como elemento clave la combinación entre el principio de descentralización y de participación, lo que debe abordarse diferenciando entre distintos aspectos que completan la idea de descentralización y que podemos identificar con tres des6: la desconcentración polÃtico-administrativa, la descentralización polÃtica y la desburocratización en lo sociopolÃtico. Desde una segunda perspectiva, más en el ámbito de lo societario, se puede argumentar como es en la ciudad donde el individuo tiene acceso a múltiples puntos de vista que se mezclan y que se concretan en una compleja constelación de redes y organizaciones. Brugue, Q.; Gallego, R. (2001), "¿Una administración pública democrática?" En la medida que el espacio urbano también es usado de forma diferenciada y en momentos también diferentes en función de las caracterÃsticas especÃficas de las diversas redes, el espacio se encuentra en discusión permanente (HERNÃNDEZ AJA, 2003:) según el genero, la edad, la clase, la cultura... y todas esas condiciones tienen que proclamar una complementariedad y, a veces, simultaneidad en el mismo espacio público cruzándose y haciendo del espacio público un espacio complejo (variado, plural, de mezcla) y a la vez sencillo (percibido, controlado, legible, simbólico...) que precisa de una renegociación permanente de la complementariedad, de tal modo que nadie pueda quedar excluido o pueda sentirse perdedor. Asimismo el gran centro comercial es un sucedáneo del espacio público destinado al consumo como simulación del ocio y de la libertad individual, es causa y efecto, de la pérdida del espacio público. verb. La falta de participación limita el acceso a la comunicación, al conocimiento, a la conciencia, a los espacios públicos y esto restringe la seguridad personal. (1994), TeorÃa de las necesidades humanas, Icaria/FUHEM, Madrid. El impacto combinado de estos procesos que se refuerzan mutuamente ha contribuido a la destrucción del espacio público como espacio de ciudadanÃa (Borja, 2003: 163-164). De hecho Len Doyal e lan Gough la identifican como autonomÃa crÃtica (derecho a comunicar, a proponer, a disentir, a decidir, a compartir), en definitiva, capacidad para participar. (2003): Equipamientos municipales de proximidad. Siguiendo a Hernández Aja "los proyectos sociales de base democrática se han reflejado sobre la ciudad mediante la creación de espacios colectivos" (Hernández Aja, 2000: 81), por ello la producción social del espacio, la creación del espacio urbano es una conquista permanente que se produce a través de las sucesivas revoluciones democráticas (BORJA, 2003: 33). Ello se produce como consecuencia de la presencia creciente de sectores excluidos a los que no se les reconoce plenamente los derechos de ciudadanÃa. Es una ciudad ahistórica que, construida extensamente bajo un rápido y desordenado desarrollismo3 y a una escala que se escapa al control individual y colectivo, imprime una funcionalidad que viene determinada por el mercantilismo como hecho intrÃnseco. La ciudad es le lugar para el encuentro de las diversas identidades, lo que hace de la identidad algo que no puede construirse de manera exclusiva ni excluyeme, el espacio público como espacio polÃtico debe orientarse a construir una identidad de identidades que englobe a todas, a la misma vez que defiende a cada una de ellas. De este modo, la movilidad y la velocidad es motivada en un modelo metropolitano que implanta un modo de vida fundamentado en el automóvil, que proclama un uso individualizado del espacio no-relacional, de la ciudad de los flujos. Nos estamos refiriendo a las múltiples innovaciones de carácter democrático que se desarrollan en los últimos años, sobre todo, en el ámbito municipal y que son buena muestra del camino a seguir para reconquistar el espacio público. Precisamente es esto lo que lleva directamente a otras consecuencias; unas más sociales: se produce una «parcelización de la existencia humana» (Del Acebo, 1993: 164-165), una ruptura del tiempo en la vida cotidiana y una división del espacio según la condición social: edad, profesión, procedencia, étnica, religión, clase, género4...; otras más ambientales: ocupación de suelo y desintegración de enclaves naturales por la necesidad de la construcción de grandes infraestructuras que permitan la movilidad cotidiana entre los espacios separados y que suponen de facto la creación de barreras y fronteras en el organismo urbano (se enfrenta el concepto de movilidad, con el de accesibilidad. El Gobierno Provisional de 1868-1871 fue el ejecutivo transitorio que se formó en España tras el triunfo de la Revolución de 1868 —la Gloriosa—, que puso fin al reinado de Isabel II.Constituye el primer período del Sexenio Democrático (1868-1874) y se subdivide en dos etapas: . En contraposición, en los "No-lugares" (Auge, 1993), impersonales, no apropiables, no es posible la alteración pues son espacios de mero tránsito, donde difÃcilmente se pueden generar sentimientos de pertenencia y relaciones con los otros sujetos que también son transeúntes. Plan estratégico y de participación. Por el contrario, la reconstrucción del espacio público como espacio polÃtico tiene su prolongación en el ámbito económico y desde la economÃa pública debe favorecerse el apoyo a una economÃa democrática como la que pueda representar la economÃa social y a una economÃa de proximidad representada por la denominada economÃa popular (por ejemplo el pequeño comercio o las micro-empresas), ambas están más integradas en el territorio, tienen mayor capacidad de creación de empleo y de satisfacer necesidades locales, y son susceptibles de mayor responsabilidad social, polÃtica y ambiental. Vienen a plantear que las necesidades humanas son pocas, finitas, identificables, clasificables, sinérgicas (conforman un sistema) y universales, es decir son iguales para cualquier ser humano independientemente de la época histórica que le haya correspondido vivir o de la cultura donde se haya socializado. El Sol tiene una magnitud absoluta de +4,83, estimada como más brillante que el 85 % de las estrellas de la Vía Láctea, la mayoría de las cuales son enanas rojas.El Sol pertenece a la Población I, o a las estrellas ricas en … Labasse, J. Para que esto sea posible se precisa de dos condiciones: en primer lugar, la participación debe desplazarse "de la polÃtica a las polÃticas" y, en segundo lugar, "de la universalidad a la red" (Brugué, Gallego, 2001). Adaptación, por tanto, del territorio y de la ciudad al uso del vehÃculo motorizado, que se deriva de un aumento paulatino de las distancias entre los elementos urbanos funcionales, y que conlleva un despilfarro energético y un incremento de la congestión y de los niveles de contaminación. La gestión compartida en la mejora de las condiciones de vida nos ofrece una primera mirada de la polÃtica y asà se puede decir con toda propiedad que el origen de la ciudad esta ligado a la polÃtica y al propio origen de la democracia, es el espacio del diálogo y, por ello a la vez, del conflicto. Movimiento sobre sí misma, la línea imaginaria eje terrestre. Los ámbitos urbanos crecen desmesuradamente dejando atrás su escala humana, se desdensifican extendiéndose como una mancha de aceite por el territorio haciendo de las ciudades espacios inabarcables, difÃciles de percibir en su totalidad, e insostenibles ambientalmente, distanciado a unos de otros. Asà la ciudad se descubre como espacio de la polÃtica, ya que es donde se produce el encuentro de lo que es diverso, produciéndose a la misma vez el conflicto y el contacto, asociación que promueve el desarrollo de los complejos procesos sociales para superarlo, para construir nuevas sÃntesis conflictivas-convivenciales, y eso es asà porque irremediablemente se produce la interdependencia de los elementos que hacen la ciudad. Las unidades urbanas especializadas, unifuncionales, son unidades parciales y por tanto simples, la vida cotidiana en una función parcializada es una cotidianeidad unidimensional, pero a la vez el sujeto «móvil» que distribuye su tiempo en vidas separadas y desplazamientos entre ellas en un vasto territorio urbanizado se convierte en un «yo» escindido y en una vÃctima de lo simple-complicado (contrapuesto a sencillo-complejo) que imprime el modo de vida metropolitano. La segregación social, la distancia fÃsica, social y económica de las redes, clases, culturas, genera desconfianza y miedo al otro. Esa recuperación precisa, en consecuencia, de innovaciones capaces de traducir la participación en comunicación relacional para la acción ciudadana conjunta (PUIG, 2003) donde el papel de los profesionales de la polÃtica sea el de implementar los procedimientos para que los ciudadanos tengan capacidad plena para participar. 1. loc. Recuperar la ciudad requiere la reconstrucción de unidades urbanas con identidad propia, descentralizadas y complejas internamente, con una autonomÃa polÃtica significativa, densidad, variedad y una escala humana que facilite su percepción y apropiación. Font, J., Goma, R. (2001), "La democracia local: un mapa de experiencias participativas" en Font, J. la primera, caracterizada por la elaboración de la nueva Constitución de 1869 bajo un gobierno … Se disocia la instancia ciudadana y junto a ella se enajena al ciudadano del hecho urbano, en palabras de Rene Schoonbrodt «el urbanismo funcionalista basado en la zonificación aisla los medios sociales ente sà y, en consecuencia, tanto la sociedad en su conjunto como los distintos medios sociales se hacen ajenos los unos a los otros» (Schoonbrodt, 1994:393). Emergen las comunidades cerradas (gated communities), los barrios gueto y los barrios bunker (Naredo Molero, 1998), los condominios exclusivos que se construyen como "espacios defendibles" y levantan barreras a la democracia destruyendo la función del espacio público y el derecho a circular, a estar en determinados lugares, a encontrarse. Algualcil, J. Sin embargo, los propios efectos perversos de la zonificación urbana se vienen expresando reiteradamente desde distintas perspectivas. En las ciudades se produce el cambio y se construye el conocimiento. Max-Neff, M.; Elizalde, A. y Hopenhayn, M. Desarrollo a escala humana: una opción para el futuro, Development Dialogue, número especial, CEPAUR y Fundación Dag Hammarskjöld, Uppsala. * El presente artÃculo me encargado y publicado como capÃtulo de libro por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico de la Junta de AndalucÃa en su Colección PH cuadernos: Antonio GarcÃa GarcÃa (Coordinador): Espacio público y conjuntos históricos (2008). Hacia una redefinición del concepto. Idem (2003), Equipamientos municipales de proximidad. MOPTMA, Dirección General de Actuaciones Concertadas en las Ciudades (Feb. 1996). Maslow, A. H. (1975), Motivación y Personalidad, Sagitario, Barcelona. El viento, por lo tanto, es un fenómeno meteorológico originado en los movimientos de rotación y traslación de la Tierra. En primer lugar, es necesaria una nueva cultura polÃtica fundamentada en la habilitación de los ciudadanos para que puedan acceder a la información y el análisis de sus condiciones de vida y obtengan capacidad de decisión en aquellos aspectos que les afectan directamente, en el acceso, en definitiva, a la satisfacción de las necesidades humanas desarrollando satisfactores de carácter sinérgico donde la transversalidad de la participación aparece como procedimiento inalienable. Precisamente, el conocimiento sobre los lÃmites ecológicos y la preocupación por las futuras condiciones de vida en el planeta (conciencia) vuelven a poner en escena renovados aspectos de la subjetividad humana y de la autonomÃa ética. La participación es lo que permite la apropiación del espacio público de manera compartida, el sentimiento de ser mÃo, nuestro, sin excluir de ese sentimiento a los otros ciudadanos, del sentimiento que el espacio urbano también es tuyo o suyo, es lo que hace del espacio público un espacio colectivo. Esa dispersión de la urbanización no tiene umbrales territoriales fácilmente observables, ni está distribuida de forma biunÃvoca en el espacio fÃsico (Martinotti, 1990), la contigüidad de espacios urbanos funcionales y a la vez la continuidad del espacio urbano por todo el territorio son la expresión de esa paradoja parcial del metropolitanismo. La creciente distancia social entre los distintos segmentos que conforman la estructura social conlleva separación y segregación espacial y este fenómeno a su vez implica la imposibilidad o al menos una dificultad significativa en el encuentro y en el intercambio de las experiencias vitales de diferentes redes sociales, haciendo de ellas estructuras informales endogámicas, crecientemente encerradas sobre si mismas, donde la confianza interna contrasta con la desconfianza con el exterior de la red. Esta mirada de la descentralización apuesta por la democratización interna de la administración pública como manera ineludible para incrementar la calidad de la democracia, poniendo de relieve la necesaria articulación entre la democratización de la polÃtica y la democratización de la administración. www.barriotaller.org [consulta: 08-05-2005]. El movimiento ecologista nos ha enseñado a reconocer nuestros deberes respecto de la naturaleza, lo que no nos ha llevado a fundir la cultura en la naturaleza, sino, al contrario, a hacer penetrar el juicio moral en el dominio de la naturaleza" (Touraine, 2005: 177), lo que es tanto como reconocer que los sujetos ganan capacidad de pensamiento y de acción, obtienen autonomÃa desde la dependencia ecosistémica, de tal modo que el sujeto tiene conciencia de sà en la medida que forma parte activa de la naturaleza y de la sociedad. En ese mismo sentido Le Corbusier en sus «Principios de urbanismo» (1979) apuntilla, desarrollando los postulados de la Carta de Atenas: «La zonificación es la operación que se realiza sobre el plano urbano con el fin de asignar a cada función y a cada individuo su lugar adecuado» (TOBÃO, 1996: 62). Idem (2000), "Barrios y equipamiento públicos, esencia del proyecto democrático de la ciudad»",en Documentación Social de Caritas Española, N° 119, pp. Acebo Del, E. (1993), SociologÃa de la ciudad occidental -un análisis histórico del arraigo. Descarga la clase» Ciencias y Tecnología. Plan estratégico y de participación, Trea / Kaleidos red, Gijón. Dice Touraine "que se siente sujeto solamente aquel o aquella que se siente responsable de la humanidad de otro ser humano. La combinación, en las sociedades capitalistas, de la separación de las funciones urbanas con la separación de las culturas, de las clases sociales y de los fragmentos de clase, esta incidiendo en la destrucción del espacio público, despojándole de sus funciones tradicionales de encuentro, entre ellas su función polÃtica del compartir, del negociar, del consensuar, del manejo del conflicto que es controlable gracias al contacto cotidiano entre sujetos y colectivos deferentes. Rueda de piedra, sujeta por un eje horizontal que gira con movimientos de rotación y traslación alrededor del árbol del alfarje en los molinos de aceite. El Dalái Lama era gobernante monárquico de Tíbet hasta la invasión de China en 1951 y, a su vez, también era el máximo líder religioso del Imperio mongol tras la declaratoria de «religión oficial» del lamaísmo por Altan Kan y, posteriormente, en los países y regiones donde el lamaísmo o budismo tibetano era predominante, Bután, Ladakh, Tuvá, etc., … De acuerdo Jordi Borja las diferentes presiones sobre la ciudad han producido un triple proceso negativo: fragmentación (zoning urbano), disolución (difusión urbana) y privatización (extrema mercantilización de la ciudad) (Borja, 2003, 163). La nueva conciencia que sobre ello se esta generando no es desdeñable y tiene su traslación en nuevas miradas sobre el individuo y la ciudad, y el vÃnculo que sobre ellos se establece. Se trata, en definitiva, de un proceso recurrente dónde la comunicación, el conocimiento y la reflexividad sobre la acción permiten la adquisición de la (co)responsabilidad social y llevan a la emergencia de la nueva conciencia necesaria para desarrollar las nuevas dimensiones de ciudadanÃa. El conflicto, entonces, en la ciudad no se puede ni se debe esconder, precisamente es en la ciudad donde el conflicto se hace evidente y se puede reconocer, única manera, por otro lado, de sentar las bases para superarlo, aunque, dejando puertas abiertas a nuevas dialécticas y a nuevas dialógicas, a nuevas contradicciones y a nuevos diálogos. Claridad, Buenos Aires. Reconstruir una democracia urbana, precisa de una (re)vuelta a la ciudad considerando múltiples dimensiones del cambio que son a su vez condiciones y sÃntomas práxicos para reconstruir el espacio público como espacio polÃtico. Idem (2006), "Los desafios del nuevo poder local: ¿Hacia una estrategia relacional y participativa en el gobierno de la ciudad?" La autonomÃa personal que confiere la ciudad se construye, paradójicamente, desde la dependencia que el sujeto tiene del medio social y, particularmente, de la propia interactividad de las relaciones urbanas, es decir, de la interdependencia. Asà los Presupuestos Participativos, La gestión compartida de equipamientos, los Jurados Ciudadanos, Los Grupos Temáticos, las Encuestas Deliberativas, las Asambleas Ciudadanas, los Fórums Temáticos, La Investigación-acción participativa, los Planes de Desarrollo Comunitarios, etc. Como el resto de las necesidades, la participación, se satisface en primer lugar en el ámbito de la vida cotidiana, en el ámbito urbano, donde las estructuras gubernativas y societarias deben interpretarse como satisfactores sinérgicos con capacidad para procurar, por su proximidad e interactividad, nuevas oportunidades polÃticas para una participación genuina, integral e inclusiva, siendo susceptible de crear una estructura común de acción polÃtica (Held, 1997). 61-75. Nos situamos desde el enfoque de la teorÃa de las necesidades humanas (Doyal, Gough, 1994) y del desarrollo a escala humana (Max-Neef, Elizalde, Hopenhayn, 1986). Inspirar gran compasión. El ecuador gira a una velocidad aproximada de 27 km/min. En primer lugar, la zonificación o "zoning urbano" queda bendecido en la llamada "Biblia de los urbanistas" (Labesse, :1973), o Carta de Atenas (1942), que desde un intento del más puro dirigismo racionalista viene a proclamar la separación de las funciones urbanas1 en aras de la satisfacción de las necesidades humanas2, puestas en entredicho por la insalubridad que resultaba de la promiscuidad entre las funciones urbanas y el hacinamiento caracterÃstico de los efectos provocados por la revolución industrial sobre las ciudades. Pero es precisamente en el ámbito de la ciudad, en el ámbito local, en un contexto de proximidad, de contacto directo, de confianza, de conocimiento mutuo, donde los sujetos pueden entrar en estrategias de construcción conjunta que les permita generar y acceder a estructuras comunes de acción polÃtica.
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